Nuevo servicio de refuerzo escolar INDIVIDUALIZADO

¿Sabemos estudiar?

 Hoy venimos a presentaros nuestro nuevo servicio de refuerzo educativo. Todos sabemos, más o menos, cómo estudiar o cómo enseñar a estudiar, basándonos en nuestra experiencia propia. Sin embargo, en este proceso influyen múltiples factores: nuestra capacidad cognitiva, el material a memorizar, el tiempo del que disponemos, aspectos psicológicos y emocionales… Cada persona somos un mundo y lo que vale para unos no necesariamente tiene que servir para otros.

“Dani es un niño de 10 años que “nunca para quieto”. No atiende en clase, es muy desorganizado, a menudo se olvida de material escolar, de apuntar los deberes en la agenda o de entregar trabajos. Aunque no suele tener problemas para entender las cosas, cuando hace los deberes los hace muy rápidamente, de forma descuidada, con muchas faltas de ortografía y una letra difícil de entender. Por eso, sus notas han empezado a bajar considerablemente. Su madre trata de ayudarlo a estudiar, pero Danise cansa, se frustra y ha llegado a gritar y tirar las cosas por el suelo, hasta el punto en que hacer los deberes se ha convertido en una gran fuente de conflicto para ambos.”

Dani tiene dificultades para mantener la atención un tiempo prolongado, sobre todo cuando esto supone también estar mucho tiempo sentado y quieto. Sin embargo, cuando empezó a hacer descansos frecuentes (aproximadamente cada 20-25 minutos) y a moverse con más libertad, también empezó a frustrarse mucho menos durante el estudio. Utilizar con él material muy visual (imágenes, esquemas, vídeos…) atrae mucho más su atención, de modo que también recuerda mucho mejor esa información. Recurrir a tarjetas de repaso, a modo de trivial, y otro tipo de juegos, hacen que el estudio sea mucho menos tedioso para él.

Por otra parte, un sistema de puntos que lo premiaba cada vez que traía apuntados los deberes o hacía buena letra, consiguió que estas conductas se volviesen automáticas. De este modo, descubriendo sus puntos fuertes, adaptando el método de estudio a sus características y enseñándole cómo organizarse y planificarse, sus notas empezaron a mejorar otra vez.

En definitiva, no hay una fórmula mágica universal para el éxito académico, pero sí podemos llegar a descubrir lo que nos funciona a nosotros en nuestras particulares circunstancias.Estudiar, como aprender a nadar o montar en bicicleta, requiere técnica, y esa técnica puede aprenderse