¿Cuántas veces habéis oído esta expresión o alguna similar? Son muchos los mitos que existen en torno a la figura del psicólogo y lo que eso provoca es que se nos vea como una figura seria y distante, a la que acuden las personas que han perdido el juicio y que basan su terapia en simplemente escuchar, asentir de vez en cuando y hacer algunas anotaciones mientras el paciente se encuentra tumbado en un diván mirando al techo y hablando o divagando de su propia vida. No va a resultar fácil encontrarse una situación similar, a pesar de que se crea lo contrario.
Pocos “locos” he visto en una sesión ambulatoria de psicoterapia…
Por el contrario, el objetivo de la psicología clínica es ayudar a las personas que están pasando o han pasado situaciones difíciles en su vida y que producen en ellos un impacto emocional que les resulta difícil manejar. El sufrimiento emocional es el más difícil de entender porque es el que no se ve pero muchas veces puede llegar a ser tan incapacitante que paraliza por completo a la persona y su vida, con el sobreañadido en ocasiones de no sentirse comprendido por su círculo cercano. “Deja de llorar que no te pasa nada, tu vida va bien, no estés triste, no entiendo por qué te pones tan nevioso/a, no tienes ningún motivo para estarlo, deja de darle vueltas a ese tema, eres un/a pesado/a…” Desde la psicología clínica, pretendemos aliviar ese malestar, por un lado acogiendo la historia de cada uno, sea la que sea, dando espacio para poder hablar de lo que le preocupa o de cómo se siente libremente y, por otro, darle estrategias de manejo, sea cual sea el problema, para que el malestar disminuya y aumente la sensación de control de la propia vida.
Además de los síntomas de la esfera ansioso-depresiva, en Neuritas Lugo también atendemos cualquier otro tipo de problema relacionado con la esfera de la salud mental, tanto en adultos como en niños y adolescentes. Por ejemplo, patologías como los trastornos de personalidad, los trastornos de la conducta alimentaria, adicciones, trastorno obsesivo compulsivo, miedos y fobias, problemas de dolor… realizando también terapia tanto individual, como de pareja o familiar.
La duración de las sesiones es de hasta hora y media, siendo flexibles respecto a esto según las necesidades de la persona. La periodicidad es variable, según el caso y el momento del proceso terapéutico en el que se encuentre.
Se busca trabajar mano a mano con la persona, de manera que tanto el terapeuta como el paciente asuman un papel activo en la mejoría de este último, siendo vital el compromiso con el cambio.
“No podemos evitar que llueva pero sí podemos abrir el paraguas”
Recuerda que la primera entrevista es gratuita, no dudes en venir a conocernos para resolverte todas tus dudas.